“Actualmente cuando alguien publica algo en internet, lo hace con el objetivo de que alguien lo pueda utilizar, pero normalmente las personas se atribuyen la autoría de una obra que no es suya, olvidándose de citar al autor original.”
Según la legislación chilena, el simple hecho de crear, elaborar o componer algo, nos confiere la propiedad intelectual sobre el recurso.
La propiedad intelectual en internet, describe una situación compleja, en la cual existe la creencia de que lo que se encuentra en internet se puede utilizar de forma liberada, dejando como problemática el hecho de que alguien se atribuya la autoría de una obra que no es suya poniendo su firma y olvidándose de, como mínimo, citar al autor(a) original. Este hecho es recurrente en la actualidad, no nos olvidemos del famoso “copia y pega”, el cual es un autentico abuso.
El símbolo © fue creado con el objetivo de caracterizar y recordar las restricciones que tiene la propiedad intelectual frente a una obra, pero hoy por hoy se han creado licencias las cuales no son tan restrictivas frente al símbolo de propiedad intelectual, con el objetivo de no frenar la divulgación y distribución de la información y la cultura, ni a la colaboración en la educación, con estas actuales licencias el autor puede reservarse algunos derechos frente a su obra o ceder otras, permitiendo por ejemplo la copia, distribución o comunicación pública de la misma y su modificación para realizar obras derivadas de esta. Considerando un trasfondo educacional y la difusión del conocimiento es preferible que quienes nos dedicamos a la educación utilicemos este tipo de licencias de propiedad intelectual ¿pero qué hacemos con quienes a pesar de todo plagian o se apropian de una obra ajena? Recordemos que cualquier persona puede subir cualquier cosa a internet, y cuando otras personas se beneficien de tu trabajo o lo mejoren, te motiva a seguir aportando cosas buenas y a saber que lo que estás haciendo es un bien a la comunidad, pero cuando se apropian de tu obra o la difunden como suya disminuyen los deseos de seguir trabajando.
El respeto por la propiedad intelectual es una exigencia ética que nos debemos imponer para que personas, sin escrúpulos, no se vuelvan a apropiar de trabajos y esto no sea un impedimento a la hora de decidirse a publicar contenidos en la red y obtener así, la divulgación de conocimiento al alcance de todos.
